Rabino Oury Cherki
Vaishlaj - Jacob y Esaú
Publicado en la página web de Centro Mundial Noájida. El artículo original en hebreo.
Jacob estaba preocupado antes de su encuentro con Esaú ¿Por qué? ¿Acaso creía que quizás había cometido un pecado , que podría causar el ser castigado?
Una mirada superficial a las palabras del Talmud podría llevarnos a pensar de la siguiente manera:
"Rabi Yaacov Bar Idi preguntó: Está escrito, ‘He aquí, yo estaré contigo y te protegeré donde sea que vayas‘ [Génesis 28:15]. ¿Por qué entonces dice, ‘Y Jacob tenía mucho miedo’ [32:8]? La respuesta es que él penso: Quizás el pecado influirá en el resultado del encuentro" [Sanhedrín 98b].
Sin embargo, esto parece estar en contradicción con la cita dada por Rashi (para sus fuentes, ver Torá Shlema): "Yo residi en lo de Labán , pero cuide todos los 613 mandamientos" [32:5]. Esto implica que Jacob no era culpable de pecado alguno!
Por lo tanto, debemos buscar el pecado de Jacob en la continuación del pasaje. Jacob dice, "retrasé mi regreso hasta ahora" [32:5]. Permaneció en el exilio durante más tiempo de lo necesario solo para completar su misión.
Podemos suponer que Jacob no se quedó seis años adicionales en la casa de Labán , por codiciar más dinero , sino con el fin de cumplir la promesa dada a Abraham, "Y luego se irán del exilio con una granriqueza" [15:14]. En este punto, la Torá está señalando muy brevemente uno de los objetivos ocultos del exilio: recuperar y reunir los santos valores que están escondidos dentro de las culturas de las otras naciones, lo que se conoce en términos de la Kabala como "reunir las chispas". En la casa de Labán, estos valores estaban incrustados en las ovejas. Jacob por lo tanto, permaneció para asegurarse de que no dejara ni una chispa detrás, de modo que este sería el último exilio. Dado que es muy difícil determinar si aun quedan chispas, Jacob se puso en peligro al tomar para sí mismo el papel que él, como hombre santo está dispuesto a aceptar, debe permanecer en el exilio por un tiempo más, hasta juntar todas las chispas. Pero luego crece el peligro, debido al gran poder militar que Esaú logró establecer antes de que Jacob volviera. Y esta demora es lo que él percibió como un pecado.
Con esto en el fondo, es posible analizar el estado moral de Jacob en comparación con el de Esaú. "Y Jacob tenía mucho miedo", tal vez lo matarían (dice Rashi). El miedo a morir en una guerra es natural, pero la continuación de este comentario es más difícil de entender. "‘Estaba angustiado porque - tal vez mataría a "los otros" (ibid). La palabra "los otros" ("ajeirim") se usa como un apodo para el Rabino Meir (Horayot 13:2). La razón de este apodo (aparte de los eventos históricos) es que es un símbolo de la santidad oculta de Edom (Esau - Roma), que está relacionado con el nacimiento del rabino Meir, un descendiente del emperador romano Nerón, que se convirtió al judaísmo y evito que sea atacado el Templo en Jerusalén (Gittin 56a). El hecho mismo de que hay santidad dentro de "el otro" trae consigo el reconocimiento de que el "lado opuesto" tiene su propio valor. Jacob tenía miedo de que si "el Otro" fuera dañado, esto también podría causar daño a "ajeirim" - o sea , al Rabino Meir, y corria riesgo el futuro valor que era destinado a ser liberado de Edom.
Con tal disposición es imposible ganar una guerra, y también es difícil ingresar a Eretz Israel. Para poder cambiar esta posición, Jacob se ve obligado a luchar por sí mismo en la noche con el angel de Esau y salir victorioso de esta lucha. Solo entonces Jacob se vuelve "Israel", y puede entrar en la tierra prometida.