Rabino Oury Cherki

Shemini - El Octavo Día de la Creación

Publicado en la página web de Centro Mundial Noájida. El artículo original en hebreo.




Cierto es que Aarón y sus hijos se presentaron a la entrada del Tabernáculo durante siete días, de modo que el día de la inauguración del El tabernáculo debería de hecho llamarse el "Octavo día". Sin embargo, también se lo llama "El Primer día - donde la alegría fue como la del día en que se crearon el Cielo y la Tierra" [Tratado de Megilla, 10b], y esto es porque en realidad también puede ser verdaderamente considerado como el Octavo día de la Creación.

En la descripción de la Creación, nuestro mundo natural se denomina el "Séptimo día", y este día aún no ha terminado, como se desprende del hecho de que en ninguna parte está escrito, "Y fue la tarde y fue la mañana …del séptimo día" (indicando el final del séptimo día, como aparece para cada uno de los primeros seis días).

El séptimo día es el momento en que Di-s deja de modificar las leyes de la naturaleza en el mundo y ya no interfiere directamente con el orden organizado de la Creación. En lugar de Di-s, ahora la humanidad trabaja, actuando esta como si fuera un "Gentil de Shabbat" para el Santo, Bendito sea. En lo que respecta a los seres humanos, estamos en días hábiles regulares de la semana, nosotros trabajamos, somos los que realizamos trabajo en lugar de Di-s, que está "descansando".

Los seis mil años de la historia de este "Séptimo día" se dividen en seis eras separadas, correspondientes a los seis días del semana.

A pesar de la verdad de esta descripción, una especie de anticipación del "Octavo día" existe en nuestro mundo, este es EL Sagrado Templo, un lugar de contacto directo entre el Creador y Sus criaturas. El Templo pertenece al "Octavo día", y por lo tanto las leyes que se aplican allí difieren de nuestras leyes regulares. En el Templo, los Sacrificios son traídos también en Shabat y los sacerdotes usan "Shaatnez" (tela que combina ingredientes animales - lana - y vegetales - lino -), entre otras cosas. Esto se corresponde a las palabras de los sabios, quienes nos explican que las Mitzvot serán anuladas al final de los tiempos. El elemento principal en el Templo es el encuentro cara a cara con Di-s al final de los días.

Los siete días en que Aaron y sus hijos esperaron con anticipación en el Tabernaculo, sirven como una repetición de la historia entera y una preparación para el Octavo día.

Si hubiéramos sido encontrados dignos, la inauguración del Tabernáculo hubiera conducido al mundo al Octavo día. Esto no sucedió por dos razones. La primera por las acciones de Nadav y Avihu (los dos hijos mayores de Aaron - ver lo acontecido en la porción semanal), y la segunda es el hecho de que el Templo (Tabernaculo) no se completó en su verdadero y adecuado lugar, Jerusalém. Entonces, debido a esto el mundo permaneció en el séptimo día, con un único punto de contacto con el Octavo día, El lugar del Sagrado Templo.

Dado que las mitzvot de la Torá de Moisés serán canceladas en el Octavo día, se podría haber pensado que en el Templo no era necesario escuchar a Moisés. Que allí reina la Torá de Aarón, el Sumo sacerdote, separada de la Torá de Moisés. Y asi es que Nadav y Avihu sintieron que podían decidir por si mismos qué hacer en el Tabernáculo (con las conocidas consecuencias).

Esto mismo continuó a través de las generaciones, cuando el Sumo Sacerdote, en Yom Kipur (El Dia del Perdon), entraba solo en el Lugar Santísimo (Santo sanctórum) y no había manera de saber si seguía las instrucciones detalladas de los sabios o no. En el Tratado de Yoma, está escrito que "dos eruditos de la Torá, discípulos de Moisés", le exigieron al Sumo Sacerdote que jurara que no iba a cambiar algo de lo que le había enseñado. Evidentemente, esto indica que el Sumo Sacerdote podría estar tentado a no seguir con la Torá de Moisés alli.

¿Cómo se puede prevenir esto? Se le pide que haga un juramento. La raíz de la palabra hebrea para "juramento" es shin-bet-ayin, que también significa "Siete": el Sumo Sacerdote es reconectado al "séptimo día" a través de su juramento, a pesar de que esta por entrar en el "Octavo día". En términos de satisfacción personal, el preferiría permanecer donde está, en el Octavo día, pero por el bien del Pueblo le pedimos que regrese al séptimo día, para que nos transmita algo del sabor y el aroma del octavo día. Justamente el momento pico de Yom Kipur, la cima de esta conmemoración, es cuando el Sumo Sacerdote sale del Lugar Santísimo (Santo sanctórum) y no cuando entra, por esto la comunidad recita: "!Qué maravilloso estaba el Sumo Sacerdote, cuando salía en paz de la zona sagrada!" [Plegaria de Mussaf, en Yom Kipur].